THE Guardian has published a report proclaiming the allure of the undiscovered Sierra de la Demanda, located halfway between Madrid and Santander, situated in remote northern Spain.
The area covers a vast area across Spain’s least populated regions of Burgos, Soria and La Rioja.
The highest peak is San Lorenzo, which towers at 2,271m tall. The terrain is harsh and rocky, with pine-covered valleys sure to take anyone’s breath away.
Also worth visiting are the Lagunas de Neila, a group of glacial lakes, surrounded by cliffs and pine forests.
Reminiscent of an ‘Espana vacia’ (empty Spain), the Sierra de la Demanda is a beautiful, yet to be fully discovered, part of Spain.
Visit Santo Domingo de Silos, the Territorio Artlanza, and the village of Quintanar de la Sierra, in your exploration of the area.
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Los BRICS, el bloque del Sur Global que exige más poder en las instituciones internacionales, han arropado este domingo a uno de sus socios, Irán, en la cumbre que celebran en Río de Janeiro (Brasil). “Condenamos los ataques militares contra la República Islámica de Irán (…), que constituyen una violación del derecho internacional”, dice la declaración final pactada por los 11 países que, no obstante, evita señalar explícitamente a los autores del ataque, Israel y Estados Unidos. Los BRICS sí mencionan a Israel en su crítica de los ataques continuos contra Gaza, recuerdan que usar el hambre como arma de guerra es ilegal y piden la liberación de todos los rehenes. Los socios pasan, sin embargo, de puntillas por la guerra de Ucrania, desatada en 2022 por la invasión de Rusia, miembro fundador del foro. Y critican la guerra arancelaria sin mencionar al presidente de EE UU, Donald Trump.
El anfitrión, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha presentado a los BRICS como herederos del movimiento de países no alineados en la Guerra Fría. La reunión de este heterogéneo grupo, que representa a la mitad de la población mundial y el 40% del PIB, ha quedado deslucida por la ausencia del presidente chino, Xi Jinping, que por primera vez falta al encuentro anual.
Irán y Gaza destacan entre los asuntos que mayor esfuerzo negociador han requerido por parte de los diplomáticos que la víspera cerraron la declaración de los líderes de los BRICS, que se presentan como defensores del multilateralismo. En el punto dedicado a Irán, expresan su “enorme preocupación con la escalada de la situación de seguridad en Oriente Próximo” y con “los ataques deliberados a instalaciones nucleares pacíficas sobre la total salvaguarda del OIEA [la Organización Internacional de la Energía Atómica, de la ONU]”. Los BRICS apuestan por la solución de los dos Estados para el conflicto palestino-israelí.
Los países más reticentes a mencionar a Israel y EE UU eran la India y Emiratos Árabes Unidos, que tienen estrechas relaciones con ambos países, y Etiopía, cuna de los falasha, una comunidad judía local que emigró en masa al Estado judío en los años noventa.
Las referencias a los conflictos más candentes del momento en el comunicado final, de 31 páginas y 126 puntos, reflejan lo difícil que es el consenso en un foro con intereses tan dispares. En el caso de la guerra de Ucrania, los BRICS admiten sus respectivas posturas nacionales y como bloque se limitan a alabar los esfuerzos mediadores.
Si con los cinco miembros fundadores (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) alcanzar acuerdos era complejo, es aún más arduo desde que, en 2023, se sumaron Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes, Indonesia e Irán. Una ampliación impulsada por Pekín con la que la superpotencia asiática ganó influencia, pero que países como la India o Brasil hubieran querido evitar porque temen que se diluyan sus voces y que se convierta en un foro antioccidental.
Vladímir Putin, que ha participado por videoconferencia por la orden internacional de arresto contra él, ha dicho que “la globalización liberal está obsoleta” y que “el centro de los negocios globales está situándose en los mercados emergentes”. Sí están presentes el presidente indio, Narendra Modi, el sudafricano Cyril Ramaphosa y el indonesio Prabowo Subianto. La delegación iraní la lidera el canciller Abbas Araghchi, y no su presidente, Masoud Pezeshkian, como estaba previsto hasta el ataque que empezó el 13 de junio. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se ha reunido en Río con su homólogo iraní para ofrecerle mediar en el conflicto sobre el programa nuclear.
La directora ejecutiva del BRICS Policy Center, Ana Fernández, explica que tras la ausencia de Xi existen varios factores, incluido que Pekín prefiere evitar el riesgo de verse arrastrada a pronunciarse sobre conflictos candentes y está molesta por la decisión brasileña de no sumarse a su proyecto de la Ruta de la Seda.
Esta es la segunda de tres grandes reuniones internacionales de las que el presidente Lula será anfitrión en un año. Antes, Brasil ya acogió el G-20 y en noviembre celebrará la COP, la cumbre climática de la ONU, que por primera vez será en la Amazonia.
Lula, que con 79 años está en su tercer mandato no consecutivo, ha constatado “el colapso sin parangón del multilateralismo” y ha criticado abiertamente las prioridades políticas de Occidente. “Es más fácil destinar el 5% del PIB al gasto militar que el 0,7% prometido a la ayuda oficial al desarrollo”. El antiguo sindicalista acusa a la OTAN de alimentar la carrera armamentística.
El brasileño ha enfatizado que el mundo acumula más conflictos que nunca. Ante eso, su receta es la que defiende desde hace un cuarto de siglo y que los BRICS comparten ahora: la reforma profunda del Consejo de Seguridad de la ONU. Lula considera imprescindible “hacerlo más legítimo, representativo, eficaz y democrático”. Y para eso, el Sur Global reclama que representantes de África, Asia y América Latina se sumen a los cinco miembros permanentes actuales.
Por si había alguna duda, en Londres manda Carlos Alcaraz. Así lo expresa el murciano cada vez que estruja el puño, se gira hacia los suyos y aprieta la doble hilera de dientes, como si acabara de hollar el Everest. Síntoma de su apetito y de un estado, de un momento: imponente. Vuelan las hojas del calendario de este Wimbledon, el español desembarca en los cuartos de final merced a la remontada contra el ruso Andrey Rublev (6-7(5), 6-3, 6-4 y 6-4, tras 2h 43m) y el cerco continúa estrechándose, acotando hacia una triple dirección: la de él, Novak Djokovic y Jannik Sinner, los tres jinetes llamados a dirimir este torneo que el español sigue resolviendo a golpe de autoridad y serenidad.
Hasta ahora, el serbio ha lanzado el mensaje de que sigue ahí, de que se debe contar con él, de que nadie le descarte porque la leyenda le acompaña y si alguien sabe de imposibles en esto del tenis es él, el maestro del eterno resurgimiento. También se ha posicionado el italiano, quien dice haber pasado página y haber olvidado por completo lo de Roland Garros; difícil, pero tal vez así sea; los fantasmas acostumbran a salir de la caja cuando se divisa enfrente al gran enemigo, pero por el momento, filo, rotundidad, vértigo y récord por su parte; tan solo 17 juegos cedidos de camino a los octavos. Y por el lado opuesto del cuadro continúa progresando Alcaraz, entre sudores y silbando.
Hasta hoy, ningún cruce del todo plácido para él, acaso el segundo contra Oliver Tarvet, pero resueltos todos ellos con una suficiencia acorde a la jerarquía actual. Visto lo visto, resulta difícil señalar algún adversario que logre enredarle de verdad excepto los dos mencionados, aunque intentará ponerle a prueba el británico Cameron Norrie, escollo en la siguiente estación. No parece, en cualquier caso, obstáculo suficiente para frenar a un tenista en trance que desde abril va despachando partidos y torneos con suma decisión. No faltan los chispazos, pero este Alcaraz es ante todo resolutivo. Ganar, fin único y primordial. Primero más trofeos, y luego ya se recuperará el divertimento.
“Rublev [de 27 años y 14º de mundo] es uno de los rivales más potentes. Es muy difícil enfrentarse a él porque te lleva al límite en cada pelota, haciéndote correr de lado a lado, siendo muy agresivo. Así que estoy muy orgulloso de cómo he jugado. Me he movido muy bien y he sido inteligente. Hay que estar ahí todo el rato, fuertes mentalmente”, desliza el de El Palmar, que encadena 18 victorias en el All England Club. Son ya 75 en los grandes y tres presencias en los cuartos de final de Wimbledon, igualado con Manolo Santana y Feliciano López, únicamente por detrás de Rafael Nadal (8). Es un trimestre traducido en una cabalgada poderosa, interminable, apabullante. Sin fin.
Otro Andrey
Hoy día, se contempla esencialmente a un competidor. A una roca que, por mucho que pueda dejarse algún set por el camino, cuatro en estos cuatro primeros compromisos, desprende en todo momento la sensación de que el triunfo le pertenece. Le arrinconó Fabio Fognini el primer día, pero sorteó el fuego con aplomo y sigue subrayándose. También esta vez ante el visceral Rublev, al que no le falta voluntad y en una versión nueva; frente a la adversidad, autocontrol, continuidad, un prolongado cara a cara. No logra desbloquearse en los grandes —diez presencias en cuartos, nunca más allá— ni contra los más fuertes —0-11 contra los top-5—, pero esta vez no se desvía ni se pelea consigo mismo.
Es Rublev, el talento al que se le espera desde hace mucho, demasiado, prometedor y decepcionante a partes iguales porque a su derecha de fuego no le acompaña esa mente traicionera y en permanente combustión, pura asincronía. Es Rublev, el chico del nervio incontenible que vive encerrado en un incendio —fuego y más fuego ahí dentro— que técnicos, psicólogos ni él mismo logran apagar. Es Rublev, un tenista que acostumbra a estar casi siempre ahí arriba, en las estaciones avanzadas, pero sin medianías ni término medio y con todo lo que ello conlleva: lo mismo imparable que autodestructivo. En un terreno que exige de equilibrios, su carácter es veneno en el cuerpo.
Compite Rublev al compás de su estado de ánimo, siempre revoltoso, aunque no le falta instinto guerrillero. Tan pronto se va como vuelve, porque herramientas y virtudes no le faltan; por encima de todo, uno de los drives más potentes del circuito. Pese a que disponga de poco margen para maniobrar, es capaz de girar la muñeca y descargar el tiro en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, esa velocidad en la ejecución echa en falta el punto de mesura que clarifica la interpretación de los puntos y concede la linealidad necesaria para afrontar retos de tanta exigencia como una confrontación a cinco sets con Alcaraz. Son dos mentalidades antagónicas, dos mundos muy distintos.
Sin embargo, en esta ocasión ambos confluyen. Ni se extravía el ruso ni hay tampoco rastro alguno de desconexión, despiste o laguna de Alcaraz: no de este Alcaraz de los últimos tiempos, un tenista que progresa bajo un lema: cuando quiere y como quiere. A la que asoma algún tipo de contratiempo, o sea, pueda ceder algo de terreno, reacciona con templanza, madurez y seguridad. Lo intenta por tierra, mar y aire el de Moscú, sostenido y paciente, pero a cada envite se encuentra con piernas y más piernas del murciano, pasantes extraordinarios y, bienvenida sea, pólvora con el servicio: cierra con 22 aces, segunda marca personal, e incide en el mensaje: por si había alguna duda…
UN WIMBLEDON “MÁS LENTO”
A. C. | Londres
Alcaraz se mostró satisfecho con su rendimiento y no dudó a la hora de hacer balance. “Ha sido mi mejor partido hasta ahora”, apuntó el de El Palmar, que, en términos de servicio, volvió a recuperar la buena senda más allá de los aces.
Su efectividad con los primeros ascendió a un 67% y la cosecha fue de un 82% en puntos jugados bajo su primer saque y un 63% bajo segundos. Despidió 41 golpes ganadores y en la red validó 22 de las 29 subidas que efectuó.
El murciano había notado una “pequeña molestia en el hombro” por la mañana, durante el calentamiento, “pero nada serio”, e hizo una precisión respecto al ritmo del torneo, “un poco más lento, con las bolas más lentas, con otra sensación”. A lo largo de estos días, otros jugadores como Alejandro Davidovich ya lo habían dejado caer.
Sobre Norrie, destacó su dureza desde la línea de fondo, así como su capacidad de sacrificio. “Cuando perdió en Queen’s se quedó cinco días entrenándose mañana, tarde y noche”. “El público estará de su lado, así que será diferente”, resolvió.
Un tren ha embestido a la víctima después de que tropezara en la zona de vías
Un hombre ha muerto este domingo atropellado por un tren cerca de la estación de Sant Adrià del Besòs cuando ha tropezado en la zona de vías. Los Mossos d’Esquadra apuntan el posible robo de un teléfono móvil en la estación como el motivo por el que la víctima habría salido corriendo, cuando habría tropezado sin dejar margen al maquinista para detener el convoy.
La Policía autonómica ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. Diferentes medios de comunicación sostienen que el joven habría salido corriendo al ser perseguido por otras personas tras haber sustraído un teléfono móvil a una mujer, hecho que los Mossos d’Esquadra no confirman.
A causa del atropello, la línea R1 de Rodalies ha quedado paralizada entre las estaciones de Clot y Badalona desde poco antes de las diez de la mañana y durante cerca de dos horas, siendo evacuados los pasajeros del tren afectado por el siniestro.
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