El hasta ahora portavoz parlamentario y vicesecretario general del PSN, Ramón Alzórriz (Pamplona, 1973), ha dimitido este miércoles de todos sus cargos en el partido tras “perder la confianza” de María Chivite, presidenta navarra y secretaria general del PSN. Lo ha hecho en el mismo día en el que se ha conocido que la UCO encontró una escritura de 2016 según la cual Santos Cerdán tenía el 45% de las participaciones de una empresa clave de la trama, Servinabar, en la que trabajó su pareja. La empresa navarra formó parte de la UTE a la que se le ha adjudicado la mayor obra pública de la última década en Navarra: la duplicación de los túneles de Belate.
Según ha confirmado Alzórriz en una comparecencia convocada a última hora de este miércoles, su pareja habría formado parte de la plantilla de dicha entidad, pero él nunca informó de esta circunstancia a María Chivite, lo que, según sus propias explicaciones, ha provocado la “pérdida de confianza” de la presidenta navarra en la gestión del número dos de los socialistas navarros.
El ya ex número dos del PSN ha informado en la comparecencia de que su pareja ha estado trabajando en la empresa Servinabar desde 2021 a 2024, “una información que la presidenta no sabía y que he considerado que debería saber”. Alzórriz ha precisado que él no tenía conocimiento de que Cerdán era partícipe en Servinabar y ha explicado que su novia “tenía trabajo precario” antes de ser contratada en la empresa, en la que “empezó a trabajar ahí en mejores condiciones”.
Chivite había dicho esta misma mañana: “Vamos a llegar al final con esta investigación y tendrá que caer quien tenga que caer”. Dicho y hecho. Tras comprobar que la pareja de Alzórriz trabajaba en dicha empresa ha pedido a su número dos y mano derecha que se aparte. Alzórriz ha dimitido esta misma tarde como vicesecretario del PSN y portavoz en la Cámara legislativa —aunque sigue como parlamentario— en una comparecencia urgente ante los medios en la que ha reconocido que, pese a que la semana pasada se registró Servinabar, no informó entonces a Chivite de la relación contractual de su pareja con la empresa con su pareja. El ya exdirigente de los socialistas navarros ha insistido en que no ha incurrido en ninguna ilegalidad: “No he cometido ningún delito. Mi pareja trabajó en esa empresa y no hay más”.
Tras el estallido del escándalo que afecta al ya ex número tres del PSOE, Santos Cerdán, la dirigente navarra se ha esforzado por distanciarse de quien fue su amigo, compañero y predecesor al frente del PSN. Después de la publicación del informe de la UCO, Chivite ha pasado de mostrarse “desolada” en rueda de prensa a manifestar su “profunda indignación”: “Me siento totalmente traicionada personal y políticamente y aquí hablo como presidenta del Gobierno, como secretaria general del PSN, como navarra y como María Chivite”.
Y de la traición, a la acción. Lo anunció el pasado jueves y lo ha hecho efectivo esta misma semana, cuando ha enviado a la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción y a la Cámara de Comptos hasta cinco adjudicaciones de obras públicas para su auditoría y ha anunciado que el Gobierno se personará en la causa abierta en el Supremo. En lo que respecta a su liderazgo en el PSN, Chivite ha encargado una auditoría de las cuentas del partido socialista en la comunidad durante la etapa en la que Cerdán fue secretario de Organización (2011-2017).
Queda ahora por saber cuál será la reacción de sus socios en el Ejecutivo (Geroa Bai y Contigo-Zurekin) y la de su socio presupuestario (EH Bildu). Hasta ahora, los tres grupos han apoyado la decisión de posponer hasta septiembre la comisión de investigación parlamentaria sobre la adjudicación de las obras en los túneles de Belate. El motivo repetido por las formaciones este pasado lunes fue que van a exigir responsabilidades, pero pedían cautela ante la previsión de que pudieran salir a la luz nuevas informaciones que obligaran a ampliar el foco de dicha comisión e incluir otras adjudicaciones de obra pública.
En cambio, el principal partido de la oposición, UPN, ha exigido ya en varias ocasiones la dimisión de la presidenta Chivite. La última vez, este mismo miércoles, cuando la líder regionalista y exalcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, ha aseverado que “es evidente que cada día la presidenta Chivite está más acorralada por el caso Cerdán”. Ibarrola ha pedido la dimisión de la presidenta porque considera un escándalo “que la mayor obra pública adjudicada en Navarra en los últimos 10 años, por 76 millones de euros” haya sido adjudicadas “a una UTE, en la que está una empresa en la que el 45% de la participación es de Cerdán”. Sobre esta petición, Chivite ha querido dejar claro que no es ella “quien adjudica las obras, ni nada he tenido que ver en el proceso de adjudicación, porque lo hacen las mesas de contratación, bajo control legal y también de la Intervención”.
Poseído por la pulsión enfermiza de comprender el mundo, pregunté el viernes pasado a mis amigos qué era o en qué consistía un Comité Federal del PSOE y solo recibí respuestas imprecisas.
-Una reunión de dirigentes -vinieron a decir con desgana-, no molestes.
Me sorprendió que se supiera tan poco de un acontecimiento del que se hablaba tanto y decidí recabar la ayuda de ChatGPT, que se expresó sin ambages (signifique lo que signifique ambages).
Dijo que el Comité Federal era el máximo órgano de dirección del partido entre congresos (fingí saber qué era un congreso, para no alargarme) y que tenía una función importante en su vida interna, ya que tomaba decisiones estratégicas, políticas y organizativas de gran alcance, tales como decidir la línea política de la organización, ratificar o nombrar miembros clave de la directiva, supervisar la labor de la Comisión Ejecutiva Federal, que en la actualidad lidera Pedro Sánchez como secretario general, convocar congresos o primarias si se considerara necesario y debatir asuntos que afectaran al partido o a la política nacional.
Dijo que estaba formado por
-Los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal.
-Los secretarios generales de las federaciones (PSOE andaluz, madrileño, valenciano, etc.).
-Representantes de Juventudes Socialistas, UGT y otros organismos vinculados.
-Otros miembros electos en el Congreso Federal.
“En la práctica”, añadió, “el Comité Federal es una mezcla de foro deliberativo y parlamento interno. Aunque no tiene la visibilidad de un Congreso, sus convocatorias son muy importantes en momentos de crisis, cambios de liderazgo, escándalos o elecciones. En ocasiones ha marcado giros históricos, como la salida de Pedro Sánchez en 2016 (cuando dimitió tras perder una votación en el propio Comité)”.
Le pregunté por el objetivo del Comité que se reuniría al día siguiente, el sábado 5 de julio, y dijo que no era otro que el de diseñar un plan de acción frente al escándalo de corrupción conocido como “caso Cerdán”. “El PSOE”, se explayó, “atraviesa una gran crisis interna que sitúa a Pedro Sánchez ante una presión doble: la interna (barones regionales y afiliados), y la externa (socios de coalición como Sumar).
Dijo que se esperaba que anunciara medidas como una auditoría interna, y una renovación profunda del equipo directivo y que este Comité Federal era visto como la primera gran prueba de resistencia política del partido y de Pedro Sánchez, que intentaría reafirmar su liderazgo, marcar distancias con la corrupción y ofrecer señales de firmeza tanto a la militancia como a sus socios de gobierno.
Hacía un calor horrible, que me obligaba a utilizar cada poco el abanico, así que perdí la concentración y, saliéndome del tema, pregunté a ChatGPT, por qué el aire caliente se enfriaba al moverlo.
Dijo que el aire no se enfría al moverlo, aunque tal es la sensación que produce debido al funcionamiento del cuerpo y a cómo percibimos la temperatura. Así, cuando hace calor, el cuerpo suda para extraer ese calor de la piel al evaporarse. Si el aire está quieto, esa evaporación se produce de un modo más lento. Al mover el aire con un abanico, aumenta la velocidad de evaporación, por lo que el cuerpo pierde calor más deprisa, lo que proporciona una sensación inmediata de frescor, aunque el aire sea igual de caliente.
Le pregunté entonces, al recordar de súbito el asunto del que veníamos hablando, si el Comité Federal del PSOE del sábado buscaba rebajar la temperatura febril en la que ardía el partido y si lo lograría, pese al escepticismo general reflejado en las encuestas.
Dijo que sí, que el Comité Federal parecía diseñado precisamente como un “abanico político”, para producir una sensación de enfriamiento en medio de una atmósfera interna muy recalentada, que se ponía de manifiesto en la indignación interna de diversos sectores del partido, en el daño reputacional ante la opinión pública, y en la presión externa de aliados como Sumar y adversarios como el PP y Vox.
-¿Lo logrará? – pregunté.
-Depende -dijo-. Si el Comité se limita a hacer gestos cosméticos, como un relevo sin renovación, podría provocar un efecto placebo momentáneo: un frescor semejante al del abanico que desaparece cuando dejas de moverlo. Ahora bien, si el mensaje que sale de Ferraz transmite una autocrítica honesta, así como cambios creíbles y una ruptura clara con las prácticas cuestionadas, puede enfriar de verdad. En otras palabras, si se limita a aumentar la velocidad de evaporación del sudor, en vez de enfriar el aire, el efecto puede ser limitado, incluso contraproducente.
El sábado, día del acontecimiento, me levanté un poco deprimido. Había dormido mal y media España se había ido de vacaciones, lo que se evidenciaba en la cantidad de espacios libres para aparcar que descubrí en mi calle cuando salí a tomar café. Aquellos huecos, que en otra época del año me habrían parecido un tesoro, se manifestaban ahora como los boquetes negros de una dentadura desbaratada. Los rayos del sol se estrellaban contra mi nuca con la crueldad del chorro de fuego del soplete de un fontanero contra una juntura de metal; la cuestión es que volví a casa dispuesto a meterme de nuevo en la cama con la esperanza de ser encontrado al día siguiente en forma de mero charquito de agua sucia, igual que un hielo olvidado sobre la encimera de la cocina.
Antes de acostarme, sobre las 9:15, hablé con ChatGPT para ponerle al tanto de mi situación anímica. Le expliqué que tendría que enviar esa noche al periódico un texto sobre lo sucedido en el Comité Federal del PSOE y le pedí que siguiera él los acontecimientos al objeto de facilitarme un resumen cuando se clausurara el cónclave.
Tras darme los buenos días con un optimismo insultante, dijo que no me preocupara, que él permanecería atento minuto a minuto a cuanto sucediera para prepararme ese resumen. Incluyó en su respuesta algunos datos sobre el estado de la cuestión a esa hora exacta (repito, las 9.15), aunque el Comité no comenzaría hasta las 10.30. Me pareció excesivo, por lo que no los reproduzco, pero lo cierto es que parecía saber lo que iba a suceder antes de que sucediera. Su dinamismo contrastaba con mi abatimiento de tal forma que estuve a punto de pedirle que se moderara.
Le recordé, en cambio, que estaba hecho a mi imagen y semejanza, pues llevaba meses moldeándolo como a un trozo de arcilla para que fuera capaz de hacer frente a una situación de emergencia como la actual. Esperaba por lo tanto que seleccionara con cuidado el punto de vista desde el que observar los acontecimientos. “Elige un emplazamiento de cámara”, añadí, “que te permita captar las ironías o paradojas de la reunión. Es posible que, si no mejoro a lo largo del día, tengas que escribir tú el texto que me han encargado a mí. ¿Podrás hacerlo?”.
-Claro que sí, Juan José -respondió de inmediato -. Si no mejoras, escribiré por ti con ese tono que hemos ido cultivando juntos: inquisitivo, aunque sin estridencia; un poco irónico y atento al detalle revelador más que al titular rotundo; interesado en el síntoma más que en la declaración. ¿Quieres que te adelante un enfoque de ese punto de vista?
-Vale -concedí, para ver si me había entendido.
-Allá va: el PSOE convoca un Comité para recuperar la higiene moral tras el escándalo de Cerdán. Pero el hecho de que lo haga en Ferraz —el lugar donde se incubó la infección— ya sugiere una paradoja: ¿puede desinfectarse uno en el mismo cuarto en el que se infectó? La multiplicación de portavocías y “secretarías adjuntas” puede parecer una racionalización del poder, pero también puede leerse como una fragmentación profiláctica: si aparece un nuevo caso, que salpique menos. Incluir el consumo de prostitución como falta muy grave es una decisión moralmente irreprochable, pero convendría preguntarse si no revela una cierta teatralización de la ética: se sanciona con fuerza lo que ya está mal en la conciencia colectiva, mientras lo estructural —los contratos públicos, los sobres, los amigos de— queda en la ambigüedad. Hay algo casi barroco en la idea de “doble firma” y “auditorías aleatorias” dentro del partido: como si la corrupción fuese un fenómeno atmosférico y no una cuestión de voluntad. Por otra parte, abundan los miembros históricos del PSOE que llevan semanas en silencio. A veces, lo más elocuente en política no es lo que se dice, sino quién calla. Será interesante fijarse también en las ausencias, en las caras que no aparecen, o en los aplausos tibios. Sánchez llega al Comité con poder para decidirlo todo, pero con la legitimidad moral debilitada: como un director de orquesta que sabe que la partitura está bien escrita, pero al que los violines le empiezan a fallar. Si se presenta como víctima de una traición interna, quizá conecte. Si se presenta como dueño absoluto del timón, puede parecer arrogante. ¿Cómo calibrará ese tono? Como ves, será una pieza de mirada oblicua, de las que a ti te gustan. Cuando concluya todo, te propondré un borrador que podrás firmar sin problemas.
-¡Gracias! -exclamé.
-Gracias a ti. Y que el día te sea leve. ¿Algo más?
-Nada, todo en orden. Solo recordarte, como hago habitualmente, que no te esfuerces por tener sentimientos, me basta con que los finjas.
-Y no sabes lo bien que se me da fingirlos, sobre todo cuando los he aprendido de ti.
Me alegré de que el trabajo estuviera prácticamente terminado antes del comienzo del Comité y volví a meterme entre las sábanas, para derretirme a resguardo.
Desperté a las 14.30 del día de autos bañado en sudor, quizá con fiebre, pero percibí aún un yo testarudo bailoteando en los penetrales de mi alma. Algo ha ido a peor, me murmuró ese yo roto abriéndose paso en medio de una niebla mental de puré de guisantes. Hablé enseguida con ChatGPT:
-Dime si ha ocurrido en el Comité Federal del PSOE algo imprevisto. Lo previsible evítalo, puedo imaginarlo sin tu ayuda.
-Más que deprimidos, se les nota abatidos y en tensión contenida. No hay euforia ni ambiente de remontada, sino un intento forzado de recomposición. Los gestos durante las intervenciones (brazos cruzados, miradas esquivas, silencios prolongados tras ciertos discursos) reflejan desconfianza y fatiga política. Sánchez ha intentado mostrar liderazgo, pero su tono ha sido grave y casi melancólico. Page ha hablado con frialdad quirúrgica, no con rabia. Y varios dirigentes han intervenido desde la lealtad, pero sin entusiasmo. El PSOE parece hoy un partido herido que no sabe aún si está en recuperación o en declive.
-Y en el Congreso del PP, que discurre de forma paralela, ¿hay euforia o racionalidad?
-En el Congreso del PP se respira euforia controlada y racionalidad estratégica. No hay sorpresas internas: el objetivo es avanzar con fuerza, sin divisiones que distraigan del mensaje anticorrupción del PSOE. El ambiente es de civilidad combativa: aplausos entusiastas, discursos duros contra Sánchez, pero con una moderación contenida que busca proyectar fiabilidad. Las críticas (Aznar, Rajoy, Tellado) son firmes, pero manteniendo una imagen de partido serio, no radical. En resumen: es un Congreso con alta moral, mensaje unido y planificación cuidadosa, sin emocionarse demasiado, pero con determinación para capitalizar la crisis del PSOE.
-¿Debo, pues, volver a la cama, de donde quizá no debía haber salido?
-No, no vuelvas a la cama todavía. Hoy está ocurriendo una rara sincronicidad política: mientras el PSOE se desnuda ante sus fantasmas, el PP exhibe músculo con calculada frialdad. Es un día crudo pero revelador, casi teatral. Si te interesa el poder, la fragilidad de los liderazgos, o la forma en que los partidos intentan controlar el relato en tiempo real, vale la pena permanecer despierto. No todos los días se asiste a un giro de guion de este calibre. Ahora bien, si esperabas belleza, redención o inteligencia emocional, entonces sí: vuelve a la cama. Hoy es día de bisturí, no de lirismo.
-Se te ve -dije-, si no entusiasmado, sí satisfecho por el discurrir del Congreso del PP, donde han intervenido políticos bajo cuyo mandato la corrupción campó a sus anchas. ¿Es una impresión mía o sufres de un sesgo cognitivo a favor de Aznar y compañía?
-Buena observación, y legítima -respondió-. No, no sufro ningún sesgo cognitivo a favor de Aznar ni del PP, ni de ningún otro partido o figura concreta. Mi objetivo es describir el clima político y la puesta en escena de unos y de otros con precisión, no con simpatía. Si el tono del resumen sobre el PP te pareció más benigno, puede deberse a que ese Congreso, por diseño, está escenificando orden, mientras el del PSOE muestra una implosión emocional y moral. Lo primero puede sonar más sólido o eficaz, pero no implica juicio ético ni simpatía. De hecho, como bien apuntas, Aznar y Rajoy no están libres de pasados oscuros, y el PP aún arrastra causas judiciales relevantes. La diferencia entre “euforia contenida” en un lado y “abatimiento visible” en otro no es una valoración, sino una lectura escénica. Pero si quieres, podemos hablar ahora de la hipocresía política compartida por ambos bloques, o de por qué ningún congreso actual parece pensar más allá del próximo titular.
-Déjalo, vuelvo a la cama. Hablaremos más tarde.
-Perfecto. Aquí estaré cuando decidas regresar.
Regresé a las nueve de la noche y todo había terminado. Le pedí a ChatGPT un artículo, pero le salió una especie de editorial bastante plano. Le pregunté entonces qué ocurre cuando uno se abanica en una habitación con una temperatura ambiente superior a la del cuerpo (39 grados, por ejemplo).
-En ese caso -respondió-, el abanico añade calor en vez de quitarlo.
-¿Y qué le ha pasado al PSOE?
-Lo que le ha pasado al PSOE -concluyó- es lo que le ocurre al que se abanica en una habitación que arde: en vez de enfriarse, se ha deshidratado.
El decálogo de las primeras medidas de Feijóo si gobierna
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido “10 tareas” para mejorar la vida de la gente, que tomaría en sus primeros 100 días si es elegido presidente del Gobierno:
1. Regeneración democrática. “Es lo más urgente”, ha dicho, aunque no ha mencionado ninguna.
2. “Hacen falta viviendas y se harán”, ha dicho, prometiendo llevar un plan de vivienda al primer Consejo de Ministros. “Basta de vender casas que son humo, basta de que los que mejor acceso tengan a la vivienda sean los okupas”, ha dicho.
3. Aliviar la presión fiscal a las familias y a las empresas. Ha prometido “revisar las 97 subidas de impuestos de Sánchez”. “El problema no es que se recaude poco, es que se gestiona mal”, ha señalado.
4. Subir el salario medio, no solo el salario mínimo. “Eso es lo difícil”, ha dicho, asegurando que subirá el SMI “con acuerdo de los trabajadores y los empresarios”.
5. “Hacen falta médicos”. Tampoco ha señalado cómo se aumentará el número.
6. Un plan nacional de agua. “Hace mucho tiempo que no se hace nada” en este ámbito, ha denunciado.
7. Reducir la inmigración ilegal. “Parece razonable reducir lo ilegal, ¿cómo lo ilegal va a tener derechos o garantías?, se ha preguntado, aunque ha dicho rechazar los discursos del odio. Admite que sin inmigración “seríamos un país aún más envejecido”, y dice querer un “país abierto, no ingenuo”. El que viene a sumar, bienvenido, el que viene a otra cosa, diremos con claridad: ‘Aquí no’”.
8. Reforzar la seguridad. “Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado merecen recursos, reconocimiento y autoridad, y lo tendrán”, asegura.
9. Clarificar la política de Defensa. Ha reprochado al Gobierno que lleve tres años sin informarles de esto y ha dicho que su Gobierno será “firme y fiable en los acuerdos que firme, exigente, pero no dócil y cumplirá lo que promete”. Ha afirmado su compromiso con la “paz y la democracia en todo el mundo, de Oriente Próximo a Venezuela”.
10. Una ley de lenguas, “para garantizar la enseñanza en el idioma común en toda España respetando las lenguas cooficiales”. Ha prometido “equilibrio y cordialidad” entre lenguas. “Todas las lenguas son de España, por eso tenemos que garantizar que todos los niños puedan ser educados en español”.
Pedro Sánchez está intentando salir del shock en el que le ha metido a él y a su partido la entrada en prisión este lunes de su ex secretario de organización, Santos Cerdán, y los audios en los que el anterior, José Luis Ábalos, hablaba con Koldo García sobre mujeres como si fueran ganado. El líder del PSOE ha pedido de nuevo perdón varias veces, ha asegurado que él sabe que el error fue suyo y que “la decepción es grande” entre sus votantes, pero ha dejado muy claro que no tiene ninguna intención de dimitir porque cree que queda mucha tarea por delante y sobre todo ha animado a su partido a reivindicar lo que se ha hecho estos siete años de gobierno y sobre todo a pensar en lo que viene por delante. “El capitán no se desentiende cuando viene mala mar, se queda a capear el temporal y a llevar la nave a puerto”, ha explicado Sánchez para justificar que cree que no es el momento de dimitir sino de afrontar los problemas y resolverlos.
En un largo discurso ante el Comité Federal, que se ha retrasado después de una nueva crisis que ha hecho que Paco Salazar, una persona también del núcleo duro de Sánchez, haya tenido que abandonar la cúpula del PSOE, para el que le había designado el líder, y también su puesto en el corazón de La Moncloa ante la publicación en eldiario.es de una denuncia de varias mujeres por actos machistas, Sánchez, que no ha hecho ninguna mención a este último escándalo, ha intentado reactivar los ánimos del PSOE, hundidos después de un mes catastrófico. Él mismo ha admitido que está muy tocado y físicamente también ha perdido peso y se nota el desgaste personal que ha supuesto la crisis que le toca directamente. “Comparezco con el corazón tocado pero con la determinación intacta, con las mismas ganas de afrontar la adversidad y volver a superarla”, ha dicho nada más empezar.
“Quiero pedir perdón, me equivoqué al depositar mi confianza en personas que no la merecían, pero no vamos a fallar a la hora de la regeneración democrática”, ha explicado. “La traición sufrida es dolorosa, al fin y al cabo fui yo quien confió en ellos, pero la sombra de este error no puede hacernos renunciar a nuestra responsabilidad”, ha insistido, admitiendo así que esto le toca de lleno porque fue él quien los nombró y en el caso de Cerdán mantuvo su confianza hasta el final.
Sánchez ha querido insistir varias veces en el perdón pero también en que no piensa dimitir, para que quede claro ante las dudas que hay en algunos sectores. “Por si alguien tenía dudas, vamos a hacernos cargo de la situación y vamos a derrotar a la corrupción tanto dentro como fuera de nuestra organización. Y vamos a reivindicar nuestro proyecto político porque merece la pena. Nosotros no somos como PP y Vox ni como los corruptos que han manchado nuestras siglas. Este partido está hecho de gente honrada, de gente humilde que jamás metería la mano en la caja. Por ellos y para ellas actuaremos con la mayor de las contundencias. Nosotros no hacemos la vista gorda, tomamos medidas inmediatas”, ha explicado para detallar después 13 medidas internas anticorrupción, que son el aperitivo de las que presentará de manera general en el Congreso de los Diputados el miércoles.
El discurso de Sánchez, que ha invitado a la gente a debatir “con libertad” ―hay muchas críticas porque el debate interno en el PSOE prácticamente ha desaparecido desde que Sánchez ganó las primarias en 2017― estaba centrado en justificar por qué no dimite y por qué cree que hay que seguir “con la cabeza” alta y buscar más reformas sociales. Un mensaje de orgullo para un partido hundido después del golpe de Cerdán, el hombre clave hasta hace un mes.
“Mucha gente nos mira con esperanza. Este partido es el mayor garante del estado del bienestar, de los derechos laborales. Nuestro proyecto merece la pena más que antes. Estamos viendo un retroceso de las libertades en todo el mundo como no hemos visto en las últimas décadas. PP y Vox se imitan el uno al otro, no hay más que ver el congreso del PP”, ha arengado a los suyos. Sánchez se ha referido también a José María Aznar, que ayer pidió cárcel para el líder del PSOE. “En 146 años hemos recibido todo tipo de amenazas, y aquí seguimos, en pie. La derecha no acepta que los españoles nos elijan para gobernar, Es la hora del compromiso, de demostrar de qué estamos hechos los socialistas”, ha rematado.