El equipo español de la Billie Jean King Cup abordará a partir de este viernes en Ostrava (a partir de las 15.00, Teledeporte y RTVE Play) el difícil reto de lograr un billete para la fase final que se disputará del 16 al 21 de septiembre en Shenzhen (China). A los mandos, por primera vez, la canaria Carla Suárez. “La pista es bastante jugable y las chicas se han adaptado bien”, precisa la preparadora, que estrena capitanía y advierte la complejidad de lo que tiene por delante: el cruce a tres bandas contra Brasil y la anfitriona, Chequia. Especialmente duro el envite del sábado contra esta última, arropada por su público y factoría inagotable de buenas jugadoras. El inicio, no obstante, será frente a la selección sudamericana, que cuenta con la zurda Beatriz Haddad Maia como estilete. A priori, más equilibrado.
Para el compromiso, la nueva capitana no podrá contar con el liderazgo de Paula Badosa. La catalana, novena del mundo, continúa en la reserva por la lesión crónica que arrastra en la espalda, aunque antes del parón obligado ya descartó su presencia. Así que será Jessica Bouzas la que ejerza de número uno, con Sara Sorribes y Cristina Bucsa como escuderas —elegibles ambas tanto para el formato individual como el de parejas— y las novedades de Guiomar Maristany e Yvonne Cavallé, estas últimas alistadas en el ámbito secundario de los torneos ITF; la segunda de ellas, como alternativa para el dobles. Lejos quedan los títulos de la representación española —el último se logró hace casi tres décadas (1998)—, pero la realidad de hoy invita a pensar exclusivamente en el siguiente paso. De momento, solo Brasil. Desde el regreso a la primera división, en 2018, no se ha franqueado nunca la barrera hacia las Finales.
El equipo que acabe primero viajará en septiembre a China y los dos restantes competirán en un grupo de tres para evitar el descenso de categoría. En la toma de contacto con el banquillo, Suárez se impone extraer la mejor versión de cada jugadora y que sean capaces de soportar el peso de la presión. Sin ella, Muguruza o Badosa al frente, predominará el engranaje colectivo. “Es una competición en la que vamos todas a una y creo que es algo fundamental. Sé que todo el equipo me va a apoyar muchísimo, me va a ayudar en todo momento y me hará sacar esa energía para hacerlo todo lo mejor posible”, apunta Bouzas, 69ª del mundo y que a sus 22 años va consolidándose en el pelotón intermedio de la WTA. Se estrenará, puesto que en su primera convocatoria, en noviembre, no llegó a intervenir.
La capitana cuenta con la versatilidad de Sorribes y Bucsa, que a su respetable trayectoria en la élite añaden el plus como dúo. Campeonas el año pasado en Madrid y medallistas de bronce en los Juegos de París, van afianzándose y el pasado fin de semana capturaron su tercer trofeo de la mano en Bogotá. “La química con Sara va a más porque ella es muy dura de cabeza y atrás, sobre todo, y a mí me ayuda muchísimo a la hora de cerrar con la volea. Creo que soy un poquito más rápida en ese sentido y esa combinación es perfecta”, valora la cántabra. Sorribes, por su parte, señala: “Estoy agradecida de estar aquí, intentando adaptarme lo más rápido posible. Estoy segura de que todas juntas haremos un muy buen trabajo. Vengo trabajando bien”.
De entrada, Brasil propondrá la calidad de Haddad Maia (17ª) y el combo formado por Laura Pigossi y Luis Stefani, bronce en los Juegos de Tokio. Y después, el escollo jerárquico y atmosférico de la República Checa, país de músculo; posee 11 trofeos, seis más que España, y cuenta con cuatro tenistas entre las 50 mejores del circuito, aunque no asisten a la cita ni Muchova (12ª), ni Krejcikova (15ª) ni Vondrousova (48ª). Tirarán de Linda Noskova (33ª) y Marie Bouzova (58ª). De momento, señala Suárez, lo prioritario es cogerles el pulso a las condiciones e intentar arañar como sea el primer punto frente a las brasileñas. “La línea de trabajo está siendo buena”, indica; “la pista no es excesivamente rápida y eso es algo positivo”. Así es. Todo hará falta.
LAS LOCALES GOLPEAN PRIMERO
A. C.
Chequia se adjudicó la victoria en la apertura del grupo B. En concreto, se impuso por 2-1 en la serie frente a Brasil, gracias a las victorias de Bouzkova y Noskova sobre PIgossi (6-0 y 7-6(3) y Haddad Maia (6-4y 6-0) respectivamente. Las brasileñas limaron el marcador en el dobles, merced a la superioridad de Haddad Maia y Stefani sobre Noskova y Tereza Valentova (6-4 y 7-6(4).
El resto de grupos los conforman: Canadá, Japón y Rumania en el A, Eslovaquia, Estados Unidos y Dinamarca en el C, Australia (+1), Kazajistán (+1) y Colombia en el D, Polonia (+1), Ucrania y Suiza en el E y Países Bajos (+1), Gran Bretaña y Alemania en el F. El A se enmarca en Tokio, el B en Ostrava, el C en Bratislava, el D en Brisbane, el E en Radom y el F en La Haya.
En condición de campeona de la última edición, Italia tiene asegurada su presencia en la fase final. China también por el hecho de ser la sede elegida para el desenlace.