Al menos nueve personas han muerto este martes por un tiroteo en el interior de una escuela de la ciudad de Graz, en el sur de Austria. La alarma saltó a las 10.00 en la central de la policía, con llamadas que advertían de disparos y gritos en un instituto, según ha confirmado la policía. El agresor, de 21 años y nacionalidad austriaca, se ha quitado la vida en un aseo del centro tras disparar contra alumnos y profesores. Según el ministro del Interior, Gerhard Karner, se trata de un exalumno que no terminó su formación. Todavía se investigan los motivos que pudieron llevar al joven, que no tenía antecedentes policiales, a atacar su antiguo instituto.
Las víctimas, de las que no se ha facilitado por ahora la edad, son seis mujeres y tres hombres. La alcaldesa del municipio, Elke Kahr, (KPÖ, siglas en alemán del Partido Comunista de Austria), afirmó antes de confirmarse este dato por la policía que la mayoría de los fallecidos son alumnos, y al menos un adulto. Además, al menos 12 personas han sufrido heridas. “Es una terrible tragedia”, ha manifestado Kahr en el lugar de los hechos.
El agresor vivía en la zona en torno a la ciudad de Graz y tenía dos armas de fuego —según varios medios, una escopeta y una pistola—, que, según las primeras informaciones, había adquirido legalmente.
Desde las 10.00, tras recibir las primeras informaciones de disparos, la policía austriaca y las fuerzas especiales del destacamento Cobra han llevado a cabo una gran operación en torno al instituto, el centro de educación secundaria de Dreierschützengasse, en el distrito de Lend.
Según la información de la entidad de Estiria que engloba a los hospitales de la zona, al menos 12 personas ―adolescentes, según la policía― están siendo atendidas. El estado de dos víctimas es “crítico” y otras cinco sufren heridas graves.
La Cruz Roja ha organizado ya equipos de atención psicológica a los afectados del ataque.
La policía ha pedido tras el suceso a los ciudadanos que no se acerquen a la zona. Los agentes desplegados, al menos 300 efectivos, tienen ya bajo control el recinto, que fue desalojado tras los disparos, y no prevén que haya más riesgo. Un equipo de atención en situaciones de crisis y de la Cruz Roja asiste a los estudiantes, trasladados al centro de convenciones Helmut List, y padres de los alumnos afectados.
La alcaldesa ha pedido en declaraciones a los medios en el lugar del suceso que las clases no se retomen esta semana, pero que puedan reunirse alumnos, profesores y padres. “Debemos dar tiempo para procesarlo”, ha afirmado Kahr.
La magnitud del ataque en una escuela no tiene precedentes en el país. Según informa el periódico Der Standard, en 2018 un joven de unos 18 años hirió de un disparo a otro en un instituto de Mistelbach (región de Alta Austria), y en 1997 un alumno de 15 mató a una profesora e hirió de gravedad a otra en Zöbern (Baja Austria); en 1993, un alumno de 13 años hirió gravemente al director de un centro en Hausleiten (en la misma región).
El canciller austriaco, el conservador Christian Stocker, ha calificado el suceso de “tragedia nacional que conmociona profundamente al país”. “Este acto inconcebible ha arrancado repentinamente a jóvenes de la vida que tenían por delante. No hay palabras para el dolor y la pena que todos nosotros, todo Austria, sentimos en estos momentos”.
El presidente de la república austriaca, Alexander Van der Bellen, ha expresado también su consternación por lo sucedido: “Este horror no puede expresarse con palabras. Lo ocurrido hoy en una escuela de Graz golpea el corazón de nuestro país”. “Y en esta hora estamos juntos (…). Hoy y en los días difíciles que se avecinan, nuestro país demostrará que nuestra fuerza reside en esta unión”, ha añadido el jefe del Estado.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha manifestado en redes sociales que sus pensamientos están “con las víctimas, sus familias y amigos”. “Las escuelas son símbolo de juventud, esperanza y futuro. Es difícil de soportar cuando las escuelas se convierten en lugares de muerte y violencia”, ha añadido.
Menos de una semana después de que el Congreso diera el primer paso para aprobar un embargo de armas a Israel, el socio minoritario del Gobierno redobla la presión sobre el Ejecutivo ultra de Benjamín Netanyahu. El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, ha pedido formalmente este lunes en rueda de prensa que España retire a su embajadora en Tel Aviv, Ana María Salomón Pérez, nombrada por el Gobierno de Pedro Sánchez en 2021. La petición se produce un día después de la reunión liderada en Madrid por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. El encuentro con representantes de 20 países europeos y árabes sirvió para promover una coalición internacional que presione a Israel con sanciones que puedan romper el bloqueo de la ayuda humanitaria a Gaza y avanzar hacia la fórmula de los dos Estados (el israelí y el palestino) como vía para atajar el conflicto en Oriente Próximo.
“El margen de la presión diplomática todavía no está agotado y podemos hacer más”, ha señalado Urtasun, también ministro de Cultura, durante su comparecencia. “El frente internacional es importante”, ha concedido sobre la cumbre del domingo, de la que ha celebrado algunas de las medidas propuestas, “pero hay deberes que tenemos que hacer en casa. Hay cosas que dependen de nosotros. Aplicar el embargo de armas y retirar la embajadora dependen de nosotros”, ha insistido. Para Urtasun “no es coherente” mantener a la diplomática mientras se reclama la suspensión inmediata del acuerdo de asociación entre Israel y la UE, por ejemplo. La petición se produce, además, en un contexto de recrudecimiento de la situación en Gaza, con una ofensiva del Ejército israelí sin precedentes en una guerra que deja ya más 50.000 palestinos muertos.
Sumar, Podemos, BNG, ERC y EH Bildu enviaron la semana pasada un escrito a la Mesa del Congreso, el órgano de dirección de la Cámara, para solicitar que la proposición de ley sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso sea tramitada por el procedimiento de urgencia. La Mesa, donde PSOE y Sumar tienen mayoría, debe decidir en su reunión de este martes si acepta o no esa propuesta, lo que reduciría los plazos de la tramitación a la mitad y de momento los socialistas no se han pronunciado.
El miércoles pasado, fuentes del Gobierno rebajaron la trascendencia de la medida aprobada un día antes, tachándola más de “simbólica” que de real porque en la práctica “es muy difícil” de aplicar. “Real es realísimo. Tanto que es meter en ley que sea ilegal, y que, por tanto, alguien pueda denunciar ante un juez cuando hay embargo, el que alguien esté comprando o vendiendo material a Israel. Más real que esto…”, ha contestado Urtasun.